jueves, 4 de diciembre de 2008

Repoblar tu cabeza









Mientras viva seguiré intentando
repoblar tu cabeza con palabras precisas,
con versos en vena,
con retazos de sueños con orden y concierto.

Mientras quede un hilo de esperanza;
con la sangre en vilo, serás mi empresa imposible,
mi carta marcada, mi razón con receta,
mi Macondo.

Acepto ser, si es preciso,
como el coronel Aureliano Buendía,
y emprender treinta y dos guerras civiles
y perderlas todas.

Nada importa si al fin consigo
repoblar tu cabeza
con todos los gestos que bien me conoces,
con todo este amor que me desborda y que es,
como siempre, más tuyo que mío.

Mientras viva; porque
no me resigno a los domingos sin tus cosas,
porque albergo entre mis manos
lo que realmente importa,
desubicado, esperando el momento
de aire o de arena para repoblar, sin ira, Ç
con cuidado... tu cabeza.

No hay comentarios: