Me miras, y en esa mirada
noto la satisfacción eterna
del agrado.
Me miras y cómo un cómplice
me cobijas entre tus brazos,
me miras y pienso que todo es posible.
La sonrisa de un niño,
la mano de un anciano,
un hombre con esperanza
una mujer con firmes pasos...
Me miras y tu mirada me dice
"te apruebo"...
me miras, y en ese momento
mi ego esta satisfecho.
Me lleno de orgullo
levanto mis manos y sigo hablando
sabiendo que para ti
lo que hago es sublime, es honesto y
es sagrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario